Un perro que se ha perdido y una pareja que se desintegra. Así arranca la obra Chucho. Se puede pensar que perder un perro no es una gran tagedia, pero metafóricamente se habla de muchas pérdidas, de miedos e inseguridades y del amor al otro y de cómo expresarlo. Chucho no es una comedia romática, es una comedia desgarradora que lleva al límite a sus dos personajes. Una montaña rusa emocional que nos arrastrará desde el comienzo. Asistiremos, en tiempo real, (lo que dura la obra) a una discusión de una pareja en el presente absoluto.