Queremos trabajar en la reorganización ética de los elementos (reales o irreales) y generar dramaturgias que nos hagan comprender lo que vivimos, lo que nos rodea y que cumplan una tarea indispensable para nuestra supervivencia: luchar e intentar ganar la batalla en defensa de nuestra dignidad. Pensábamos que tendríamos que luchar por muchas cosas, incluso por altos conceptos como la verdad, pero jamás imaginamos que tendríamos que luchar por la ficción. Ese momento ha llegado.